Izquierda Unida ha comprobado cómo en Bélgica antes de lanzarse a proyectos de alto riesgo, como el que se propone para Chipiona, se han iniciado estudios pilotos con una duración mínima de tres años. Estos proyectos son el Belga Thornton Bank a 28 Km de la costa, compuesto por 6 turbinas y una potencia nominal de 30 Megavatios.

Esto es así porque las poblaciones de este país no han querido soportar centrales eólicas a distancias inferiores a 20 kilómetros.
Los proyectos Belgas son más serenos y lógicos, conllevan un tiempo de estudio de un proyecto piloto, y se realizan en fases tras una evaluación del proyecto inicial, en ningún caso se pretende instalar más de 300 megavatios en una misma central, y está mucho más alejado de la costa que el que se pretende para Chipiona.

Aunque Izquierda Unida ya ha adelantado que en Chipiona y Rota no podrán
instalarse más de 80 molinos ni más de 400 Megavatios. Y que esta central eólica proporcionaría en toda Europa no más de 150 empleos en la fase de instalación, y 30 empleos en la fase de mantenimiento.
Los 80 molinos se podrían clavar en el fondo marino durante dos años por tan sólo 20 personas siguiendo el mismo ritmo que el proyecto Belga de Thornton Bank, una cantidad de empleos ridícula en comparación con el riesgo económico y ambiental al que está sometiendo la población de la comarca costa Noroeste.