Pasión Vega no venía a Chipiona desde el verano del 2005. Mucho tiempo de espera para sus incondicionales. La pasada noche del domingo los amantes de esta voz de culto tuvieron ocasión de reencontrarse con ella en el marco del Festival del Moscatel. Fueron unas 1.400 personas que no salieron defraudadas tras finalizar el concierto.

Con una cuidada puesta en escena y un vestuario adecuado, junto a un equipo de músicos muy profesionales. Pasión comenzó su concierto desgranando bellos tangos para pasar luego a la esperada copla, con canciones señeras como María la Portuguesa, La Lirio y la más clásica de todas, la que un buen día le dio el éxito en el sevillano Lope de Vega, Ojos verdes. Siguieron canciones del “lado de más allá” con mariachis incluidos y donde el bolero tomó forma personalizada.
No faltó María ni las canciones de su último trabajo como El Jinete o Gracias a la vida, entre otras. Momento emocionante fue cuando Pasión Vega homenajeó la figura de la cantante universal de Chipiona, Rocío Jurado, con unos de sus temas más emblemáticos, Señora. Acompañada de pianista y un violinista Pasión llevó a su terreno esta canción que fue muy aplaudida por el público mientras la imagen de la chipionera era proyectada sobre la pantalla del escenario. Continuó con la Lucia de Serrat y cerró como no podía ser de otra manera con La Malagueña salerosa, entre el delirio del público.
Pasión Vega, se ha convertido en una cantante de culto que va a estar al margen de las modas, de las bajadas o subidas de las bolsas y del petróleo o de la tan traída y llevada crisis.