Según una noticia publicada hoy por Mercedes Morales en La Voz Digital, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz y el Ayuntamiento de Barbate se han reunido para “analizar las alternativas para la explotación turística y sociocultural del Faro de Trafalgar”. La primera parte, la turística, quieren que sea una alternativa a los campings de la zona. El desconocimiento de la realidad es tremendo: entre el turismo de camping y el que se aloja en faros convertidos en hoteles hay un mundo, solamente hay que echar un vistazo a los precios de uno y otro alojamiento en aquellos lugares donde existen. Claro que igual no es desconocimiento sino una manera de querer hacer creer a quienes veranean en la zona que reconvertir el faro en hotel es pensando en ellos.

Es dramático que, de las dos partes que tendría el faro (una hotelera y otra sociocultural), sea ésta la que, según las palabras de Mercedes Morales, clama al cielo, porque la intención es convertirlo en un centro de interpretación de la Batalla de Trafalgar y a mí personalmente eso me duele como amante de los faros, me duele como amante de la vida y me duele como español, porque un faro está para ayudar, para salvar vidas y me parece vergonzoso convertirlo en un centro de interpretación de una batalla donde murieron cientos de personas.

Los faros son cultura y si hay que convertirlos en algo debe ser algo cultural, ¿desde cuándo una guerra o una batalla es cultura? ¿No sería más lógico convertirlo en centro de interpretación de los faros andaluces? ¿No sería inmensamente mejor enseñarles a los niños andaluces que visitasen el centro cómo funciona un faro, cómo han evolucionado, el trabajo que hace o cómo era la vida de los antiguos fareros que enseñarles cómo unos hombres mataron a otros?

Pero, y según siempre la noticia de Mercedes Morales, la idea está orientada a los posibles turistas ingleses que se visitasen la zona, supongo que para que se sientan felices. Ya no tendrán que poner estatuas en honor al almirante que venció en aquella batalla, ni plazas con el nombre de la misma, si este proyecto se lleva a cabo seremos nosotros mismos quienes nos auto humillemos y nos pongamos de rodilla delante de los turistas ingleses, ofreciéndoles como señal de simples vasallos uno de los faros más importantes de nuestra tierra convertido en recuerdo de una matanza y una derrota.

Francisco García Martínez
Presidente de la Asociación de Amigos de los Faros de Andlaucía.