SEVILLA, ORIGEN DEL REENCUENTRO
Raphael es la breve ortografía que recorre un largo camino de más de cincuenta años por los escenarios de todo el mundo, los mejores: Olympia, Carnegie Hall, London Palladyum, Las Vegas, Madison Square Garden, Bolshoi en Moscú, Colón en Buenos Aires, El Patio en México, Zarzuela en Madrid… Guste o no guste, absolutamente discutido desde la veneración hasta la impiedad -como todos los grandes-, está avalado por cifras que lo consagran como uno de los artistas más importantes de los últimos tiempos.
Raphael canta en Sevilla. En el Maestranza. Convoca en tiempos de crisis económica, cuando los bolsillos no están para extras. Pero vencer las peores circunstancias y ganarle a las adversidades es precisamente el hábitat de Raphael desde que empezó, cuando tuvo que hacerse un sitio -y vaya sitio- en el momento mundial de Los Beatles. Por eso Raphael dinamita las previsiones, rompe los esquemas, hace quiebros a las peores circunstancias y, semanas antes de su concierto, es el único anunciado del Maestranza capaz de tener agotadas todas las entradas. No pierde los rasgos propios del triunfo, no le ha menoscabado su interés cumplir sesenta y nueve años y pasarse en esto más de media vida. Raphael sigue mantenido por cifras asombrosas y, cómo no, merced a la fidelidad de un público que cualquier cantante quisiera para sí. Ya hablaré un día sobre sus admiradoras infalibles, las que han llegado a ser mis amigas desde el día que cogieron uno de estos artículos del Chipiona Noticias dedicados a su ídolo y se lo llevaron hasta la página web internacional del famoso cantante.
Pasea por varios continentes y decenas de países su nuevo disco, “El reencuentro”, aludiendo al que ha propiciado volver a contar con nuevas canciones de Manuel Alejandro, su compositor por excelencia. Pero lo que no saben muchos -yo tampoco lo sabía- es que el origen de ese reencuentro se halla en Sevilla. He recibido un correo de José Torrano, el gran ingeniero de sonido, que nos lo aclara:
“Querido José María: El primer reencuentro y que dio paso a este disco de nombre “El Reencuentro”, se produjo en el Estudio 4 de Alta Frecuencia cuando Manuel Alejandro al piano y Raphael ante el micrófono grabaron dos villancicos para la colección “Así canta nuestra tierra en Navidad” en su volumen XXIV y que yo tuve el honor de grabarles. “El Tamborilero” y “Al niño antes de nacer”, fueron los temas que grabaron en el 2006 y ahí, en un ambiente extraordinario por la tremenda profesionalidad de los dos y con los piropos hacia mi persona por mi, según ellos, buen hacer ante los controles técnicos, creo que se empezó a fraguar lo que ya ha sido una realidad. Este es uno más de los muchos y muy agradables motivos de orgullo que me ha proporcionado con el paso del tiempo esta bendita profesión que como artista tú tanto quieres. Recibe un afectuoso abrazo de tu amigo, Pepe Torrano”.
Unos días más tarde me amplió con una fotografía testimonial esta información, en la que siguió abundando y aportando datos:
“Querido tocayo: Esta foto la he escaneado de la que viene en el interior del CD que tampoco tiene una gran calidad. Los originales los debe tener la empresa que se encarga de todo el proceso de grabación y edición para que lo distribuya Cajasol. Es de un jerezano, Juan Pedro Aladro, que vive y trabaja en Madrid pero cuyo corazón y pensamiento, a pesar de los años, está puesto en Andalucía. Es muy amigo de la familia de Manuel Alejandro, jerezanos como él, aunque también residentes en Madrid. ¿Te explicas ahora lo del reencuentro? El hermano de Manuel Alejandro, José María Álvarez Beigbeder es el director musical de la colección de villancicos y casi un hermano de Juan Pedro. Le he grabado, desde que llegué a Sevilla y concretamente a Alta Frecuencia, la mayor parte de los discos que componen la colección y que para las próximas navidades sacarán el volumen número treinta, que imagino será el último. Ya te enviaré una foto mía cuando decida cual será. Para lo que necesites, aquí estoy. Un beso para tus niñas. Pepe.”
Lo de la foto suya es cosa mía. Y me servirá para contarles, al hilo de estas líneas, quién es exactamente el hombre que se ha encargado durante tantos años del mejor sonido que ha salido para todo el mundo desde esta ciudad, Sevilla, el origen del reencuentro de Raphael con Manuel Alejandro.
José María Fuertes
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