La última noche, de Francisco Gallardo premio Ateneo de Sevilla ya está en librerías
Francisco Gallardo Rodríguez médico y escritor sevillano ha sido premiado con el Premio Ateneo de Sevilla de Novela Histórica por su segunda novela “La última noche”, un libro sobre la medicina musulmana en España, que ya esta en las librerías con Miguel Ángel Rodríguez como editor y será presentado el próximo 14 de mayo a las ocho de la tarde en la sede del Ateneo de Sevilla de la calle Orfila y ha sido editada por la editorial Algaida.
Francisco Gallardo Rodríguez es médico de profesión, especialista en Medicina y Traumatología del Deporte. Ha desarrollado su carrera profesional en el Caja San Fernando de baloncesto, en la selección española de baloncesto, en el Club SatoSport, en el Centro de Alto Rendimiento de la Cartuja, y durante veinticinco años ha investigado acerca de la Medicina en Al-Ándalus, lo que le llevó a crear su segunda novela “La última noche” donde este autor ha querido recrear la Sevilla almohade.
Para Paco Gallardo “La última noche” es su segunda novela publicada, ya que este novelista cuenta ya con otro gran éxito en la recámara “El Rock de la calle Feria”, novela sobre los ambientes roqueros de la Sevilla de los años 60 y 70.
Se considera a sí mismo como un médico que escribe. Y aunque su profesión es la medicina, el interés de Francisco Gallardo por las letras le ha llevado a escribir dos novelas y numerosos relatos cortos. La última noche es una obra sobre la Medicina en la España musulmana con la que ha sido galardonado con el V Premio Ateneo de Novela Histórica, dotado con 6.000 euros, concedido por unanimidad del jurado,
Éste autor sevillano del barrio de San Lorenzo que “asegura escribir porque no quiere olvidar lo que tiene en la memoria”, sacará al mercado en abril su segunda novela, de la mano de Algaida Editores. En ella Paco Gallardo, como es conocido familiarmente el autor, se remonta a la mitad del siglo XII entre Sevilla y el Norte de África. Sara, la protagonista, es una anciana que decide escribir las memorias de su juventud, momento durante el cual aplicó la medicina a las mujeres de Marrakech. Aparecen personajes históricos como Averroes, a quien conoce la protagonista en su estudio sobre la medicina.
¿De dónde proviene el titulo de su novela “La última noche”?
El título viene de un poema del poeta palestino Mamut Darwish, me llamó mucho la atención porque el poema se refiere Al-Ándalus de cuando estaba la mezquita, pensé que este debía de ser el título porque tiene mucho que ver con la novela.
¿Qué le llevó a escribir esta novela?
El haber estado mucho tiempo investigando la medicina de Al-Ándalus y haber estudiado la cultura islámica aquí en Andalucía, me llevó a tener muchas ideas, tenía muchas nociones de la época y no quería en primer lugar que se me perdieran a mí, y luego vi que se podía convertir en una novela y esa fue la causa.
Baloncesto, Medicina y Literatura, han sido desde siempre sus pasiones.
Sí siempre, me sigue gustando mucho el baloncesto lo que pasa que ahora lo veo por televisión, pero el baloncesto como decía Mik Jagger del rock and roll es solo rock and roll pero me gusta, es lo mismo, es solo baloncesto pero me gusta.
¿Le hubiera gusta aparcar la medicina deportiva para dedicarse profesionalmente al baloncesto?
Pues la verdad que tuve la opción de una cierta profesionalidad en mi época, pero opté por quedarme en Sevilla y acabar medicina, en ese momento pensé que no era bueno trasladarme a otra ciudad, vi que era prioritario estudiar medicina y no me arrepiento en absoluto, es más para mí es un orgullo haber sido un jugador puramente amateur y haber jugado solamente por afición, sin desmerecer a los profesionales claro.
¿Cómo piensa que la acogerá el público?
Espero que la acojan bien por lo menos con el cariño que le he puesto yo durante estos tres años que la he escrito.
Ganador de la V edición del Premio Ateneo de Sevilla de Novela Histórica,
¿Que sintió cuándo le comunicaron que su segunda novela había ganado el Premio Ateneo?
La verdad es que me puse muy contento porque han sido tres años muy intensos de un trabajo muy solitario, y en primer lugar, porque veía que la novela se convertía en realidad e iba ya a salir a la calle, y los personajes vivían y segundo el reconocimiento indiscutiblemente del Premio Ateneo, que es un premio que tiene mucho prestigio. Me dio mucha alegría, la verdad que estoy muy contento.
¿Se veía con posibilidades de ganar este premio?
La duda siempre la tienes, y hasta el último momento que sonó el teléfono, tenía más dudas que sorpresa.
¿Se siente un hombre de éxito?
No, en absoluto, me siento un escritor primerizo que he tenido la suerte de ir publicando, pero para mí el éxito es cuando un lector capta mi obra siente lo que yo he querido decir y se comunica con mi obra y entonces eso si me parece un éxito, el numero de de ventas es importante para que se vea la novela y si el libro no se mueve difícilmente se puede volver a publicar y desde ese punto de vista pues sí, pero no me considero en absoluto un hombre de éxito, ni como médico ni como escritor simplemente he tenido la suerte de poder publicar.
Su libro trata de la cultura musulmana en gran parte.
Si, la cultura islámica pero en la época de Al-Ándalus que era una mezcla nuestra y sobre los siete siglos largos de la presencia islámica en Andalucía.
¿Qué hábitos del ciudadano sevillano son propios de los musulmanes?
Lo más inmediato lo veo en el lenguaje muchísimas palabras que tienen raíces y se utilizaban ya en la época, sino igual de forma parecida y también veo a Sevilla como una fusión de culturas visigodas, de culturas romanas, de culturas islámicas y de culturas cristianas lo que me seduce de Sevilla es la mezcla de fusión, y claro que hay algo ahí, algo queda.
¿Qué le llamó la atención de la cultura musulmana para escribir sobre ello?
Hay un elemento sensorial importante, para mi es una cultura muy sensorial sin olvidar también otros aspectos de la época que tanto para los cristianos, como para los judíos, como para los musulmanes era una época muy bélica y en algunos casos muy crueles, eso no fue lo que principalmente me llamó la atención, pero si para mí tiene un cromatismo la cultura de aquella época que me fascinó bastante cuando escribí sobre ella.
En su libro se centra especialmente en la construcción de la giralda, ¿Qué nos puede contar de ella?
La giralda se construye con arquitectos sevillanos, pero en aquella época la ciudad de Marraquech, donde residían los califas, estaba muy unida a Sevilla, y los mismos arquitectos, los mismos albañiles construían a uno y al otro lado del estrecho entonces me pareció muy importante, el parecido que hay en la Koutoubia de Marraquech y la giralda, muchas similitudes. Esta novela la acabe prácticamente de escribir en Marraquech entonces he podido viajar un poco en el tiempo para ver cómo eran las dos ciudades de la época.
Que ha destacado el jurado del Premio Ateneo de Sevilla para otorgarle este premio tan significativo.
De lo que he tenido conocimiento es por la nota que luego se publica en el Ateneo de Sevilla y según su criterio es una novela que es fácil de leer y que esta bien narrada, así que yo aprovecho la oportunidad para agradecer el jurado la consideración.
¿A quién le dedica este premio?
La novela está dedicada a mis padres pero el premio se lo dedico a todos mis pacientes.
¿Cómo definiría su novela en una sola palabra?
Vitalista, es una novela vitalista.
Transcurre la novela en Sevilla
Sí, la época de la Sevilla Almohade. La novela transcurre entre Sevilla y Marraquech almohade, dos ciudades muy comunicadas en la época. Compartían los mismos califas, los arquitectos estaban construyendo de manera conjunta las dos ciudades, había un juego constante y me interesó esa visión, sobre todo a la vista de la protagonista, una médico de mujeres y niños de los califas, que vivió entre Sevilla y Marraquech.
¿Intenta resaltar el valor de la mujer en una época y una sociedad en la que estaba a la sombra?
Totalmente, las crónicas de la época hablan de los hombres y de sus hechos, pero de las mujeres apenas conocemos nombres, como mucho los hijos que tuvieron… Es intencionado, los actos de la novela que se atribuyen a los hombres son reales, recogidos de las crónicas de la época y los de las mujeres son inventados.
¿Cómo ha cambiado Sevilla desde entonces?
El cambio ha sido prodigioso, se puede seguir la huella de la transformación que hubo en la ciudad en la época almohade observando la cantidad de monumentos que se conservan. Fue la época en la que se construyó el Puente de Barcas sobre el Guadalquivir, el Palacio de la Buhaira, la Giralda, se amplió el Alcázar fortificándolo, se hicieron nuevas y más murallas para protegerse del ataque de los cristianos. Fue un periodo que en más de cincuenta años transformó la ciudad, por lo que su rastro está patente. Luego vino la presencia cristiana que también dejó una huella artística muy importante.
Creo que lo interesante de todo esto es la fusión, es lo que a mí me llama la atención. También con el pasado anterior romano, parece que es lo que hace mágica a Sevilla.
¿Hemos perdido de algún modo esas señas de identidad?
A nivel religioso y político evidentemente, pero quizás lo que conservamos lo encontramos en el lenguaje. Si buscamos en el diccionario podemos ver numerosas palabras con raíces árabes que se utilizaban en aquellas épocas. Y también es verdad que ciertos rasgos se mantienen porque estuvieron aquí casi ocho siglos, su presencia fue muy importante, como la de otras culturas.
Sin duda le debemos muchas cosas…
Les debemos tanto como a los romanos, a la civilización cristiana, a mi me fascina no la época islámica sino la fusión de las tres.
Su concepción sobre el mundo islámico, ¿es igual de los habitantes de ahora que de los que poblaron Andalucía hace siglos?
Llevo muchos años investigando la medicina en Al-Ándalus y siempre me he acercado con mucho respeto a la cultura islámica. Con el que pedimos que se respete también la nuestra. La cultura islámica la he tocado desde un punto de vista documental para que le diera a la novela un aire, una esencia de cultura andalucista. He leído mucho y he aprendido que de leer otras culturas se ayuda a comprender la nuestra. Me ha servido para respetar, creo que el futuro está en el respeto de las culturas, si vamos por el camino contrario malo.
¿Cree que la sociedad tiene ese mismo pensamiento?
Estamos en una sociedad plural y esto es como todo yo abogo por el entendimiento, que creo que debe de ser un valor común.
La medicina le ha ayudado para hacer historia… ¿Cómo la vincula a la novela?
La medicina está detrás porque forma parte de mi vida. Hice una tesis doctoral, investigué durante doce años la medicina en Al-Ándalus, y fruto de todo esto se refleja en la novela. No es una novela médica pero si hay una fiabilidad bastante grande de cómo era la medicina en la época, resultado de todo el trabajo de estudio.
Tanto el “Rock de la calle Feria” como ésta última “La último noche en esta tierra” son dos novelas de aventuras, ¿Les une algo más?
Las dos tienen que ver con mi vida, ambas tienen relación con los años que estuve investigando este tema. Eran personajes, acciones, viajes que realicé y lo escribí porque no quería que se perdieran. “El Rock de la calle Feria” era también una memoria de mi juventud.
Su época de estudiante le marcó…
Sí, porque fue una etapa de muchos cambios, muy peculiar, de todo menos tranquila. Desde el punto de vista narrativo daba mucho juego.
Después de dos novelas orientadas en épocas tan distintas y distantes, si tuviese que hacer una tercera, ¿Qué época retrataría?
Estoy escribiendo una tercera, pero tiene varios cortes históricos que coinciden con mi vida. Al fin y al cabo van a ser de los últimos 54 años. En parte, de los hechos de la historia de España pero no con mayúsculas, sino de las costumbres de la gente y como he vivido yo ese proceso.
¿Sevilla de nuevo como eje principal?
Habrá cambios, en las dos primeras tenía que pasar forzosamente por aquí pero ahora transcurrirá por muchos sitios.
Su etapa como escritor parece consolidarse cada día…
Bueno yo me considero un médico que escribe, escritor para mi es una palabra muy grande. Son escritores esos grandes autores que yo he leído, he admirado y admiro. Me considero un médico que escribe, que ha tenido suerte en esta época difícil, con los cambios que hay, las nuevas tecnologías, internet,.. Publicar en papel me hace bastante ilusión. Pero si es cierto que me tomo muy en serio la cultura, como un trabajo y no como un puro hobby, cada día le dedico tiempo a escribir.
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