Ha venido Juan Mellado
A las calles de Sevilla se les nota estos días el largo puente. Los acentos y las preguntas por saber dónde queda lo que buscan, delatan a los turistas. Ignoro esos datos precisos que suelen darse en estos casos sobre la ocupación hotelera, pero las aglomeraciones de las calles estrenando luces se diría que hacen las sumas. Entre tanta gente, pero con sus rasgos bien singulares de ser recibido como en casa, ha venido Juan Mellado.
Yo quería haber contado hace ya mucho tiempo quién es Mellado. No descubrirlo, no. Porque muchísima gente lo tiene ya, para suerte de sus vidas, descubierto. Quería haber contado lo que hizo en mis años de cantante, lo que me ayudó. Pero miles de lectores, entre los millones de visitas de este periódico digital, recondujeron mis pasos y empezaron a pedirme artículos que fueron mojándome con las cosas que les interesaban o preocupaban, más allá, mucho más allá, de unos meros recuerdos sobre mi relación con la farándula. Y ahí se quedó Mellado pendiente junto al racimo bien nutrido de una vieja cosecha de experiencias inolvidables. Pero él formaba parte de ellas.
Juan Mellado fue para mí, durante muchos años, un sinónimo de Chipiona. Tal era -y es- su identificación con la tierra costera que tanto ama, que pasar unos días en su playa era indisociable de verme con él. Y es que… él se convirtió en un gran amigo. Un gran amigo que hizo causa propia la mía como cantante. Periodista del Diario de Cádiz y del Diario de Jerez, además de ser el líder radiofónico por excelencia de la emisora municipal de la bella localidad gaditana, Juan fue el artífice de mi cobertura publicitaria por aquellos lares andaluces. Sus entrevistas estaban llenas de cuidados con una carrera -la que yo pretendía- que él deseaba llegara a buen puerto. Allí se fraguaron las soleadas fotos que tengo junto al Faro o las de una noche, con sabor a moscatel, actuando en la Feria.
Pero no sólo este que escribe está inmensamente agradecido a Juan Mellado, actual director de Chipiona Noticias. Porque él fue el gran “mediador municipal” de muchos artistas, el gran conseguidor para que el Ayuntamiento les concediera lo que el periodista creía justo. Así tuvieron las calles con su nombre Gracia Montes y Juanita Reina. Así en estos momentos gestiona la exposición de pintura de Miguel Caiceo en uno de los enclaves culturales más relevantes de Chipiona. Así han logrado actuar en las fiestas de Regla muchos intérpretes.
Entre mis muchas anécdotas con quien, remedando guasonamente lo de “esa sangre veloz de los artistas”, me llama “esa sangre coagulada”, porque acabo suspendiendo nuestras últimas citas en Chipiona, entre mis muchas anécdotas está la que el destino nos deparó hallándonos juntos con Miguel Caiceo en la famosa Madrugada del Viernes Santo del año 2000. Un día lo contaré con detalle. Adelanto que Juan Mellado llegó a Sevilla justo en ese momento para conocer nuestra Semana Santa. Nunca más volvió por esas fechas. Espero que esta noche, mientras Marina Bernal y Miguel Gallardo le lleven a ver a las tunas cantando ante la Inmaculada , no se le ocurra a nadie un jueguecito de esos de rol… Habríamos acabado definitivamente con el más mínimo interés de Juan Mellado por nuestras devociones.
José María Fuertes
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