Por Mari Carmen Aparcero

La Calle Isaac Peral

Son sólo unas líneas para hacer un breve resumen de quiénes eran mis padres. Mi padre, Manuel Aparcero León, llegó a Chipiona casi recién casado, con 27 años, destinado como maestro nacional en la escuela unitaria de niños n. 4 en “El Lejío” (playa del Muelle) en 1946. Vino con mi madre, que era natural de Vitoria, con 23 años. Mi padre había nacido en Azuaga (Badajoz) por causa del trabajo de mi abuelo, pero pasó su niñez y juventud en Sevilla y Cantillana.
Por entonces Chipiona tenía unos 4.500 habitantes y solo había 7 maestros. En Febrero de 1955 con 9 años de estancia, 36 años y ya con 5 hijos chipioneros, fue nombrado alcalde.
Era un hombre muy diferente a lo que se conocía en el pueblo. Se encontró con un pueblo donde había unos pocos ricos y una mayoría muy pobre. Él era un defensor de los derechos humanos, trató a todos, ricos y pobres de la misma manera.
No había diferencias para él. No solo ayudó a los más necesitados, sino que cambió el pueblo, arreglando años de dejadez, calles, plazas, edificios, playas…Él estaba haciendo algo que nadie había hecho en Chipiona, eso no podía ser, “que un extraño llegara y lo cambiara todo”. Esto le trajo muchos problemas y al año y medio lo echaron oralmente, no oficialmente de la alcaldía en Octubre de 1956. Jamás recibió el Cese. Murió con 51 años dejando a mi madre con 8 hijos.

Mi padre fue un excelente maestro, alcalde, persona,…, pero un pésimo comerciante. Para ayudar a la familia abrió un negocio, pero le gustaba más regalar que vender.
Una de las cosas que hizo siendo alcalde (1955-1956) fue la calle Isaac Peral. Era, adoquinada y con aceras anchas. Él tuvo la magnífica idea de hacer una calle-paseo, como la calle Sierpes de Sevilla donde él había pasado media vida.
En aquellos tiempos, en España, las calles principales eran las más transitadas por los pocos vehículos que había. Lo de Sevilla era algo excepcional, ni siquiera existía el término calle peatonal. No sólo quiso hacer el mismo concepto de calle, sino incluso utilizar el mismo tipo de pavimento.
Para ello, medía cada tramo de la calle, lo dividía en partes iguales y lo traspasaba a un papel cuadriculado para hacer los diseños. Mi madre por las noches, en cada hoja dibujaba un rectángulo y con lápiz rojo diseñaba un patrón floral distinto cada vez. Mi padre lo llevaba diariamente a la obra y los albañiles lo iban ejecutando igual que estaba en la cuadrícula. A la vez iban rematando la calle con una franja roja a cada lado y a todo lo largo de la calle. Todo esto se realizó desde la calle Padre Lerchundi hasta Doctor Tolosa Latour.
Se instaló luces fluorescentes, cosas desconocidas en aquellos tiempos. Defendió que se llamara Isaac Peral, pero cual fue su sorpresa que cuando llegó la colonia veraniega, que estaba compuesta por familias de la burguesía sevillana en su mayoría, que nada más ver la calle dijeron que era la calle Sierpes. Esto se ha mantenido en el tiempo, no es por casualidad que se llamara así. Lo hizo a posta, para modernizar el pueblo.
Dijeron los sevillanos:
Parece que estamos en Sevilla
con playa ¡vaya suerte!
Y así desde el primer día
la llamaremos “Calle Sierpes”
M. Carmen Aparcero Faz. de Retana Chipiona, agosto de 2024

Copiado literalmente del libro de Actas referente a la calle Isaac Peral 1955 a 1956

6 Febrero 1955
Nombramiento como Alcalde a Don Manuel Aparcero

6 Mayo 1955
Declaración de urgencia de las obras de asfaltado de la calle Isaac Peral

30 Junio 1955
Informe del aparejador sobre las obras de sustitución del adoquinado de la calle Isaac Peral.

24 Octubre 1955
Aprobada la obra de pavimentación de la calle Isaac Peral por la Administración.

4 Noviembre1955
Acuerdo de sustitución del adoquinado de la calle Isaac Peral por otro más asequible por medio de la imposición de contribuciones especiales.

10 Marzo 1956
Aprobación propuesta sobre iluminación calle Isaac Peral presentado por Don Juan Mellado Pérez

Junio 1956
Finalización calle Isaac Peral desde calle P. Lerchundi