Emotivo homenaje sorpresa de “Las niñas de las Micros” a su maestra Magda Sallago
El salón María Luisa del Hotel Chipiona ha sido escenario en la tarde de esta pasado sábado de un emotivo homenaje sorpresa de “Las niñas de las Micros” a su maestra Magdalena Sallago Bonilla, más conocida como Señorita Magda. Cerca de setenta mujeres se confabularon para este homenaje sorpresa organizadas por una de sus alumnas y promotora, Maribel González Martín, quien tuvo sentidas palabras para la docente jubilada. Se unió la también alumna Charo Ferreira quien recordó a las compañeras desaparecidas y el maestro y periodista Juan Mellado glosó la figura de Magda Sallago en el contexto de la época en la que desarrolló su labor docente.
La señorita Magda tuvo también el detalle de una placa conmemorativa y de las sorpresas musicales de la tuna universitaria de la Facultad de Ciencias Sociales de Jerez de la Frontera, así como el concurso del dúo formado por Paco Sace y José Ángel Márquez, Fábula. Un montaje audiovisual de fotos de Las niñas de las Micros realizado por la reportera gráfica Gracia Núñez, fue también proyectado en una pantalla instalada para tal fin.
Fueron momentos emotivos llenos de llantos de alegría, sonrisas y carcajadas. Magda Sallago se dirigió a todas sus alumnas mostrando su agradecimiento a tan sorpresivo homenaje por el que muchas décadas después sus discípulas se acuerdan aún de ella con cariño.
Un libro de firmas de todas sus alumnas también de le fue entregado para recordar este acto tan original que parte de la iniciativa de la sociedad civil.
Magdalena Sallago está casada con el también docente jubilado José Jesús Puentes Madrigal y tiene dos hijas, Begoña y Nuria, quienes se encontraban emocionados por esta iniciativa de las antiguas alumnas.
Magdalena Sallago Bonilla nació en la cercana ciudad de Jerez de la Frontera. Su vocación siempre fue la de ser Maestra. Terminó el Bachiller a los 14 años y a los 17 la carrera de magisterio teniéndose que ir un año a la Barca de la Florida, que era donde vivían sus padres porque no podía presentarse a las oposiciones hasta que no cumplió los 18 años. Una vez aprobada las oposiciones, su primer destino fue Zahara de la Sierra, y el segundo y definitivo fue Chipiona en 1961.
Las Micros eran cuatro aulas solo de chicas, dos y dos, que dependía del Colegio Cristo de la Misericordias. Era un “edificio” que parecía prefabricado con los techos de uralita y que estrenaron cuatro maestras jóvenes: Mercedes Romero, Carmen Seisdedos, Ana María Piñero y Magda.
Allí estuvieron muchos años las cuatro juntas hasta que cada una tomó su rumbo. Primero se marchó Mercedes que se casó y se fue a vivir a San Fernando, Ana María Piñero a Sanlúcar, Carmen Seisdedos a un pueblo de Salamanca y Magda se quedó en Chipiona, pasando de las micros al colegio San Miguel, perteneciente también al colegio Cristo de las misericordias por cercanía a su casa ya que en esa época ya estaba casada y con una hija, Begoña, viviendo en los pisos de maestro que a día de hoy está enfrente del actual CEIP Cristo de las Misericordias.
Al ser cuatro aulas estaban divididas de la siguiente forma:
Un aula o clase que la tenía Carmen Seisdedos, que eran niñas de seis años. Dos clases, que ellas las llamaban aulas medianas que las tenían Mercedes Romero y Magda que tenían a niñas desde los siete años hasta los 10 años y una clase con Ana María Piñero, que tenía a niñas desde los 11 años hasta más o menos los 14.
Las micros se encontraba donde actualmente está la plaza de abastos. Lindaba con unos pisos también de maestro que daban al patio de las micro, pero Magda vivía de alquiler junto a Mercedes Romero en la casa que hay junto al supermercado Prada hasta que se casó Mercedes, pasando ella a vivir a casa de la Lobata en la calle del Castillo, eso fue mientras estuvo soltera.
Magda ejerció su profesión de maestra durante 37 años, hasta su jubilación en Chipiona en 1998.
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