Radiotelevisión municipal de Chipiona, 9 de junio de 2022.
“Cuando acaban las palabras y no llegan los apoyos”, así titula la Asociación de mariscadores de corrales de Chipiona ‘Jarife’ una nota pública en la que manifiesta que ha sentido como “un jarro de agua fría’ la desestimación de la subvención que solicitó al Ayuntamiento con el objetivo de expedir carnets para sus asociados en tarjetas de plástico, por ser lo más adecuado para las condiciones en que desarrollan su actividad.
Jarife recuerda que el pasado 25 de febrero aparecía publicado en el Boletín Oficial de la Provincia un anuncio relativo a la aprobación de las Bases para el otorgamiento de subvenciones por el Ayuntamiento de Chipiona, a través de la Delegación Municipal de Cultura, a asociaciones culturales sin ánimo de lucro y a artistas y autores literarios locales.
Explica así mismo que, si bien no cuenta con el carácter de asociación cultural, sí que tiene reconocida la condición de entidad dedicada a la defensa del patrimonio histórico de la localidad. Por ello, continúa, como dicha convocatoria de subvenciones también estaba abierta a “la recuperación y mantenimiento de la cultura tradicional de la ciudad, así como de su patrimonio cultural tangible e intangible”, se animó a presentar la cuantiosa documentación necesaria para concurrir con el objetivo de intentar materializar un proyecto al que aspiraba el colectivo desde hace mucho tiempo.
En ese sentido, apunta que no se dedica en exclusiva a la conservación y gestión de los corrales de pesca y a la preservación de la ancestral modalidad pesquero-marisquera que se realiza en su interior y entorno, sino que desarrolla una amplia variedad de actividades medioambientales y culturales que hicieron necesario en el año 2009 la creación de una sección de Voluntariado desde la que gestionar dichos cometidos.
Añade, así mismo, que lamentablemente en estos dos últimos años la repercusión que ha supuesto en todos los ámbitos de nuestra sociedad la pandemia de SARS-CoV-2 COVID-19, también ha tenido, lógicamente, un impacto en su actividad social, que durante esos dos ejercicios se ha visto prácticamente paralizada.
Por todo ello, Jarife señala que en el modelo de proyecto que formaba parte de la solicitud de subvención apostó por hacer especial relevancia a la actividad que ha mantenido de manera permanente desde su nacimiento hasta hoy, incluyendo esos dos años de pandemia: el mantenimiento de los tradicionales corrales de pesquería (patrimonio cultural tangible) y la tradicional modalidad pesquero-marisquera que se desarrolla en nuestra costa (patrimonio cultural intangible).
El proyecto que aspiraba la entidad a hacer efectivo con la subvención solicitada era dotar a sus miembros de una identificación personal mediante la expedición de carnets en tarjetas de plástico, todo ello mediante la compra de una impresora específica para la realización de dichos documentos. El objetivo final, precisa, era abandonar el actual sistema de carnets de papel que, obviamente, se deterioran rápidamente en el entorno en que se mueven los mariscadores chipioneros.
Desde Jarife reseñan así mismo que la suya era la subvención solicitada con menor cuantía (aproximadamente un 65 % respecto de las ayudas que sí se han concedido a otras entidades).
También quieren dejar constancia de que este proyecto para dotar de carnets a sus socios no responde a una decisión autónoma, sino que es una obligación establecida en la Resolución de 15 de septiembre de 2004, de la Dirección General de Pesca y Acuicultura de la Junta de Andalucía, al indicar que “Las condiciones de uso de los corrales de pesca serán las contenidas en la memora del expediente elaborado por el Ayuntamiento de Chipiona en la solicitud de autorización, siendo éste responsable de su cumplimiento. Asimismo, el Ayuntamiento de Chipiona visará los documentos expedidos para el ejercicio de la actividad a través de la Entidad Colaboradora del Ayuntamiento, “Jarife”, de los que se mantendrá un registro oficial de personas autorizadas”.
La asociación considera que acreditaba el cumplimiento de los condicionantes previos y, a la vista de los parámetros que serían objeto de valoración para adoptar resolución sobre la concesión de esta subvención, confiaba en obtener la ayuda económica solicitada. Por ello, se sorprende de la notificación de la desestimación que argumenta que “aunque se recojan los bienes muebles inventariables como gastos subvencionables en las bases reguladoras, éste no guarda relación con la naturaleza de actividades incluidas en el proyecto”.
Jarife afirma que, a la vista de estas circunstancias, se debate “entre la sospecha de que no se ha dado lectura íntegra al proyecto y la duda de que los responsables de adoptar la resolución carezcan de la capacidad de entendimiento precisa”.
Concluye la asociación de mariscadores de corrales calificando el hecho como un varapalo, un auténtico jarro de agua fría sobre sus aspiraciones “por parte de quienes siempre nos deparan palabras bonitas y nos dedican hermosas intenciones, pero que resulta evidente que no dan la talla cuando se les requiere una muestra clara y decidida de apoyo”.