Hosanna en Sevilla
Por José Joaquín Gallardo Rodríguez
Estamos viviendo el tiempo tan esperado que esta vez ha traído consigo, mas que nunca, una irrefrenable eclosión de sentimientos y emociones. La pandemia nos ha marcado hondamente con el miedo, la enfermedad y la muerte, evidenciando nuestra absoluta fragilidad, finitud e indefensión. Hiela el alma mirar atrás cuando finalmente parece llegar un tiempo nuevo. Imposible olvidar a los millones de personas que durante este trágico bienio se han quedado en el camino. Ahora, que ya no quedan lagrimas y por fin afloran las primaveras perdidas, resulta inevitable tener muy presente a los amigos y conocidos que hemos perdido.
Para muchísimos sevillanos la vida renace cuando la ciudad se hace esperanza cierta de nueva semana santa reavivando fe, creencias y convicciones. Es nuestra semana mayor porque la ciudad se inunda de una extraordinaria luz cenital que todo lo trasforma y embellece. Es luz incuestionablemente celestial, que vence todas las oscuridades y siempre anticipa el tiempo de gloria.
Este año está siendo muy especial el reencuentro con nosotros mismos y con esa esencia inaprensible de esta bendita ciudad que determina nuestra idiosincrasia. Han llegado las fechas sagradas y por fin todos renacemos inmersos en la luz, los olores, las sensaciones y los sentimientos. Somos supervivientes de la más larga y tenebrosa oscuridad de nuestra existencia. Bendita sea esta esplendorosa primavera.
Ha vuelto la semana santa a Sevilla probablemente con más autenticidad que nunca, porque muchos hemos aprendido la lección: sólo Dios nos libra del mal y sólo Él es nuestra esperanza. Este año valoramos más la alegría ilusionada de los niños y las miradas enternecedoras de los mayores. Todos los niños del mundo son nuestros hijos o nietos y en todas las sagradas imágenes percibimos la mirada de quienes ya viven eternamente en la inmensidad de Dios. Ha vuelto el esplendor de nuestras cofradías y todos los sentimientos vibran nuevamente en nosotros.
Hosanna Sevilla porque tus niños revestidos de blanco han vuelto a entrar, como siempre, en el Amor infinito del Salvador. Aleluya ciudad muy amada porque el Gran Poder de Dios, con su salvadora zancada, vuelve a proclamar por tus calles su exigencia de amor y caridad hacia quienes padecen las muchas injusticias de este mundo. Hosanna ciudad bendita porque Ella nos ha mostrado ya su Amargura a los sones de nuestros más entrañables recuerdos hasta convertirse en Esperanza y Abogada nuestra.
Aleluya sevillanos. Alabemos al Señor porque sólo Él es autentica esperanza de salvación. Hosanna en Sevilla, porque han llegado los días tan soñados y hemos vuelto a sentir la inmensa alegría de vivir el legado de espiritualidad recibido de quienes nos precedieron.
Dios te salve Sevilla, llena eres de gracia, el Señor y su santísima Madre están contigo, bendita tu entre todas las ciudades y benditos quienes inician a tus niños en los valores de la semana santa. Hosanna Sevilla por ser como eres.
José Joaquin Gallardo Rodríguez es abogado
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