Marta Cibelina publica ‘Los Borbones y el sexo. De Felipe V a Felipe VI’
La Esfera de los Libros.
Los Borbones, la dinastía que llegó a España en el año 1700, es la más antigua de Europa. Si por algo se han distinguido la mayoría de los descendientes de Hugo Capeto, ha sido por su afición desmedida a practicar el sexo con una desenvoltura e interés que ha dado mucho juego a historiadores y novelistas de todas las épocas.
«Hablamos de una de las dinastías más endogámicas de la historia de la humanidad», argumenta Marta Cibelina, autora de Los borbones y el sexo. «Algunos de ellos llevaban el apellido Borbón hasta seis veces consecutivas. La predisposición a tener especial afición al sexo se hereda, como se puede heredar la tendencia a la adicción a las drogas o el cabello rizado. Va en el paquete, dicho sin segundas».
Con su gran desparpajo, Cibelina ha inventado en este libro un nuevo género, el ensayo histórico-sexual, en el que nos describe los gustos reales en la cama, sus querencias, sus vicios, sus anécdotas más apasionadas y escatológicas, sus fantasías… Un recorrido lúdico y riguroso por los bajos fondos borbónicos cargado de anécdotas divertidas y desconocidas.
«El sexo siempre interesa», asegura la autora. «Es una energía de primer orden que tenemos todos. Y algunas de las decisiones más importantes de algunos reinados se han tomado en la cama». Sirva de ejemplo el caso de Isabel de Farnesio, la segunda esposa de Felipe V, quien celebraba los Consejos de Ministros en la cama con su marido.
El libro recoge infinidad de curiosidades no contadas hasta ahora, tanto de los Borbones actuales como lo de los primeros miembros de la dinastía. «Me chocó mucho toda la parte referente al antepasado directo de Felipe VI, Luis XIV, el Rey Sol, y especialmente la figura de Madame de Montespan, una especie de Corinna o Bárbara Rey del siglo XVIII», confiesa la autora. «También me sorprendió mucho saber de la existencia de una mujer valenciana de quien Felipe VI estuvo enamorado perdidamente. Y también saber que el rey Juan Carlos, pese a su avanzada edad, según me ha dicho alguien que le conoce, sigue “funcionando” perfectamente a pesar del paso de los años.
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