La gran ola (Chipiona)
El pasado viernes 10 de este mes pude asistir a la proyección del documental titulado «LA GRAN OLA» de Fernando Arroyo y la posterior exposición realizada por D. Gregorio Gómez Pina (Ingeniero de Caminos Canales y Puertos) sobre la importancia de la educación ciudadana al respecto de estas catástrofes.
He querido colaborar con esta idea publicando en este medio, este artículo incluido en el libro «Misericordias en Chipiona» que en su día, el año 2005, escribimos Chencho Florido y yo como Cronista de este suceso en Chipiona.
EL TERREMOTO DE LISBOA
Uno de los más célebres terremotos de la historia es sin dudas el terremoto de Lisboa, ocurrido a las nueve y cincuenta minutos de la mañana del día 1 de noviembre de 1755. En cinco minutos destruyó gran parte de la bella capital lusitana. Sus efectos fueron tales, que se dejaron sentir en muchas partes del mundo. A consecuencia del movimiento sísmico, se alteró el mar furiosamente, produciéndose en las siguientes dos horas dos potentes réplicas, y las olas gigantescas de un “tsunami” que se abatió sobre las costas lusitanas y el litoral atlántico andaluz, añadiendo más destrucción a lo ya devastado por el seísmo, afectando a numerosas localidades gaditanas entre ellas Chipiona, rugiendo cual desesperada fiera, y amenazando salirse de madre y envolver en sus turbulentas ondas nuestro pueblo.
INTENSIDAD DEL TERREMOTO DE LISBOA EN ESPAÑA
Este maremoto provocó olas de hasta 18 metros de altura y se calcula que su magnitud debió ser de 8,5 a 9 en la escala de Charles F. Richter, semejante al que asoló el Índico en el año 2004. Su epicentro lo sitúan los científicos frente al cabo portugués de San Vicente. Sacudió la tierra durante 120 segundos.
Originado por la fricción de las placas tectónicas africana y euroasiática en la falla Azores-Gibraltar que pasa frente a este cabo, provocando la subida vertical del fondo marino y el desplazamiento de un descomunal volumen de agua que generó las ondas del tsunami, causando la mayor tragedia natural de Europa y de la península Ibérica, abarcando en su destrucción desde Lisboa hasta Argelia. Se calcula que este día murieron 50.000 de los 253.000 habitantes de Lisboa, es decir una de cada cinco personas.
Según los agustinos, el Santuario de Regla sufrió bastante las consecuencias de este siniestro, viéndose inundado por las aguas que destrozaron la muralla que defendía al Monasterio. <
Los efectos del terremoto en el pueblo hicieron que la actual configuración de la Parroquia se deba a reformas efectuadas en el último tercio del siglo XVIII, a consecuencia de los efectos del Maremoto de Lisboa. Del mismo modo los corrales de pesca quedaron en su mayor parte destruidos y sus piedras desperdigadas por las calles de Chipiona. Las aguas alcanzaron también algunas calles y los vecinos sacaron hasta la «Cruz del Mar» al Cristo de las Misericordias y según la leyenda las aguas se retiraron.
Desde entonces todos los años el 1º de Noviembre, el Cristo es sacado procesionalmente hasta dicho lugar en acción de gracias por la retirada del mar.
En el interior de la Ermita del Cristo se conserva un cuadro exvoto (Oleo sobre lienzo 120 X 80 centímetros) en el que además de verse el pueblo y el Castillo de Chipiona amenazado por las olas del mar, tiene una leyenda que dice:
«HORROROSO TERREMOTO ACAECIDO A LAS DIEZ DE LA MAÑANA EL DÍA 1º DE NOVIEMBRE DEL AÑO DE 1755».
Además existía hasta la reforma de la Cruz del Mar en 2005, una lápida de mármol blanco, colocada en la escalera de la parte derecha de la Cruz del Mar, según se bajaba a la playa, nos recordaba también el hecho con la siguiente leyenda:
«EL DÍA PRIMERO DE NOVIEMBRE DE 1755, CUYA FECHA RECUERDA EL FORMIDABLE TERREMOTO DE LISBOA FUE INVADIDA ESTA VILLA POR EL MAR, Y SOBREPONIENDOSE AL PÁNICO SUS HABITANTES SACARON EN PROCESIÓN AL SMO. CRISTO DE LAS MISERICORDIAS, QUE FUE CONDUCIDO A ESTE LUGAR, ANTE CUYA PRESENCIA SE RETIRARON LAS AGUAS. PARA PERPETUA MEMORIA DE LA PROTECCIÓN QUE MERECIÓ ESTA VILLA DE NTRO. SEÑOR, SE ERIGIÓ EN ESTE SITIO UN MONUMENTO QUE FUE REEDIFICADO EN 1878 Y RENOVADO EN 1910».
La versión de la Academia de la Historia sobre Chipiona nos la da así: <
En Andalucía las olas afectaron a todo el litoral atlántico, desde Ayamonte a Tarifa. En la provincia de Huelva, debido a la escasez de poblaciones que entonces existían en el litoral, los efectos fueron menores, si bien las grandes olas, o tsunamis, destruyeron parte de Ayamonte. En Lepe, el agua se adentró más de dos kilómetros tierra adentro.
En la costa gaditana todas las poblaciones padecieron los devastadores efectos del tsunami, con olas de gran tamaño que en la ciudad de Cádiz alcanzaron los dieciocho metros de altura. La violencia de las olas destruyó parte de las murallas de la zona Oeste; el agua alcanzó tres metros de altura en el barrio de la Viña y atravesó la ciudad de Poniente a Levante, llegando al puerto.
Los datos del Archivo de Medina Sidonia sobre Cádiz dicen que: <
En la vecina Sanlúcar de Barrameda: <
Otras noticias dicen: <
En Rota estuvo a punto de causar una catástrofe. El mar retrocedió distanciándose como cuatro o cinco kilómetros en dirección a Cádiz, volviéndose súbitamente sobre la villa y entrando el agua por el arco del muelle hasta llegar a la Iglesia Mayor, rompiendo con su empuje el Muelle viejo.
En el Puerto de Santa María, el maremoto se sintió por espacio de ocho a nueve minutos con un notable estremecimiento de la tierra”, saliendo toda la población a la calle y abandonando las iglesias, donde se oficiaba la festividad del 1 de noviembre. La posterior invasión de las aguas y el fango anegó el casco urbano y todos los campos costeros y de la zona del palmar, naufragando varias embarcaciones y muchos vecinos emprendieron la huída hacia Jerez. En la catástrofe perecieron dos personas. Una niña fue arrastrada por las aguas en el fortín de la Laja, el llamado popularmente “Castillito” de la playa de la Puntilla, y una mujer de avanzada edad falleció de un ataque al corazón al ver su casa rodeada por las aguas del río Guadalete en altura del Campo de Guía, en la Bajamar.
En Conil, las olas se llevaron las barcas y redes de las almadrabas. Los cambios en la topografía costera de estas provincias fueron importantes, con modificaciones en los estuarios, playas, fondos marinos, etc.
En de Jerez de la Frontera: <
Juan Luís Naval Molero Cronista Oficial de la Villa de Chipiona.
Para ver publicaciones anteriores:
http://chipionacronista.blogspot.com.es/
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