Radiotelevisión municipal de Chipiona, 5 de agosto de 2016.

El Castillo de Chipiona acogió ayer jueves 4 de agosto la presentación de “Una ciudad en el olvido”, la segunda novela de Ana María Gutiérrez Toscano. El acto discurrió entre complicidades y muestras de amor y compromiso con la historia de esta tierra, tanto de la autora, como de algunos de los intervinientes.

Como explicó el profesor y periodista Juan Mellado, la obra, publicada por la editorial granadina Dauro, vuelve a servir a la autora para reivindicar el patrimonio cultural, en este caso el de su tierra, Huelva, pero también para reflejar el enfrentamiento entre culturas. “Una ciudad en el olvido”, afirmó Mellado, no es ni más ni menos que la historia del eterno misterio de la civilización tartésica.

La novela cuenta la historia de Isabel, profesora de Física de la Universidad de Huelva, quién al visitar los fondos del Museo Arqueológico es informada por su directora que bajo la céntrica plaza de las Monjas se encuentran restos de la antigua capital del reino de Tartessos, asunto por el que ninguna autoridad local parece tener el más mínimo interés.

A raíz de ello, decide viajar a Egipto a buscar pruebas consistentes. Nada más llegar, siente cómo algo extraño la rodea. Un grupo de arqueólogos será el encargado de acompañarla en sus investigaciones. Todos la tratan con una “casi sumisión” que le hace preguntarse el porqué de tantas atenciones.

Ana María Gutiérrez, que se define como profesora jubilada y aprendiz de escritora, mantiene estrechos vínculos con Chipiona a través de su hermano, Ramón Gutiérrez, que leyó un fragmento clave del que parte la trama de la historia, pero también directamente a través de sus padres. Su primera novela “En otro tiempo, en otro lugar” también fue presentada en Chipiona en el verano de 2013.

El alcalde de Chipiona, Antonio Peña, agradeció a la autora que de nuevo haya vuelto a escoger a la localidad como lugar de presentación de su obra, antes incluso de que tenga lugar el estreno oficial en Huelva.

El acto contó con contrapuntos musicales que deleitaron a los asitentes, con Pepinto y Fali, por una parte, y el trío formado por Nani Florido, Antonio Martín y José Antonio Lorenzo, por otro.