Dorita «la Algabeña», la tonadillera que se retiró a los 27 años tras recorrer medio mundo
Por Laura R. ÍNIGO/ABC de Sevilla
La cantante, que dejó el espectáculo para casarse y formar una familia, amadrinará las fiestas taurinas de su pueblo
LAURA R. ÍÑIGO La Algaba
21/06/2016.
Hablar de copla en La Algaba, es sin duda alguna, pensar en su más célebre tonadillera, Dolores Aguilar Cabrera, conocida artísticamente como Dorita «la Algabeña», nombre escogido por la artista en referencia a su tía Dorita «la Cordobesita». Dorita nació en La Algaba un 1 de diciembre de 1929. Desde bien pequeña ya despertaba el interés de todo aquel que la conocía pues se pasaba el día cantando.
A los 11 años comienza a formarse en una academia de canto sevillana, gracias a la posibilidad que le ofrece un sargento de la Guardia Civil, que un día, estando ella realizando recados para la panadería en la que trabajaba, la escucha cantar y le propone entrar en la escuela de unos amigos.
«Yo le expliqué al sargento que no tenía dinero para pagar la academia, a lo que éste me respondió que no me preocupara», explica Dorita a ABC Provincia. A partir de ese momento y gracias al sargento y sus amigos, Dorita comienza a asistir diariamente a clases de canto a la capital, trayecto que hacía a pie. «Como tenía que ir todos los días, el gasto era mucho por lo que iba andando con mi madre hasta el cementerio de Sevilla y ahí cogíamos el tranvía que nos costaba 3 chicas» recuerda «la Algabeña».
A los 16 años, se presentan en su casa los hermanos Morillo para proponerle formar parte de su espectáculo y salir a cantar por los pueblos de la provincia. A partir de ahí, los contratos y espectáculos con grandes de la copla comienzan a sucederse, entrando a formar parte de la compañía de Pepe Pinto y La Niña de Los Peines, con la que recorre Andalucía y Marruecos. «Lo mismo iba con Pepe Pinto que con el Sevillano o el Peluso». Y añade: «Empecé en esos espectáculos pequeños pero en los que iba ganando nombre porque iba a muchos sitios. De ahí pasé a actuar en el Teatro Circo Prince de Madrid».
A principios de los años 50, le proponen cruzar el charco para formar parte del espectáculo «Romería» en el Teatro Argentino de Buenos Aires, actuando también en Montevideo, donde comparte cartel con otros artistas españoles como Pepe Blanco o Carmen Morell.
«Terminada allí la gira nos volvemos a Buenos Aires, donde otro empresario quiere contratarme para la sala de fiestas El Tronío. Pero con una condición: perder el viaje de vuelta a España. A lo que mi madre me dijo: haz las maletas y ya estamos en La Algaba».
Al volver, comienza a trabajar con «El príncipe gitano» con quien actúa tres temporadas, estrenando varios espectáculos como «Su alteza el pirata», «Brindis de coplas» y «Cariño de legionario». Más tarde es el representante Rafael Farina quien se fija en ella para su espectáculo, con quien trabaja todo un invierno recorriendo pueblos y capitales.
Después comienza a trabajar con Ángel Sampedro Montero «Angelillo», que vuelve de Buenos Aires. Gran parte de su vida la ha pasado en Madrid, donde conoce a su marido. A los 27 años se retira de los escenarios para dedicarse a su familia. En el año 77 vuelve a su pueblo, pues según sostiene: «Me podía la añoranza y a mis hijos les encantaba esto ya que todos los años veníamos a la Semana Santa, la Feria de Sevilla y a veranear en Chipiona».
Hace unas semanas el Ayuntamiento comunicaba a Dorita su nombramiento como madrina de las Fiestas Taurinas de septiembre. Este no es el único reconocimiento ya que en 2007 le dedicaron una avenida en la localidad, coincidiendo con la Feria.
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