MUERE OMAR SHARIF
El gran inconveniente del esplendor es su declive. Te desconcierta haber vivido una época del mundo poblada de gigantes artísticos, originales y sin clonaciones como ahora, cuando nada se parecía a nada, antes de que todo se pareciera a todo, y encontrarte en un tiempo en el que se desvanece lo que pareció invencible.
Ahora se ha muerto Omar Sharif, el doctor Zhivago. Y hasta en una tarde ardiente de verano, puedo sentir un lugar de la sangre que se estremece por el invierno ruso de 1915.
El cine es ahora mismo lo único que puede vencer la partida de un médico que acaba de abandonar esta guerra, llena de mil batallas, que es vivir. El cine, tan grandioso, es al final el colosal ganador entre derrotados por el paso de los años. Estos años en los que ya me estoy cansando de decir adiós a los mejores, y en los que me pone mosca contemplar impotente la muerte de los inmortales.
Pepe Fuertes
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