«Cuéntame cómo pasó» se despide jugando con fuego
Me parece que los guionistas de la serie se están equivocando. Creo que se han pasado cuatro o cinco pueblos más allá de Sagrillas.
“Cuéntame cómo pasó” se despidió anoche de la temporada con un triángulo de las Bermudas apropiado para hacer desaparecer la audiencia, hundirla: tres ambientes sórdidos y simultáneos, con el mayor de los Alcántara implicado en una arriesgada investigación periodística de claves del crimen; el hermano menor involucrándose de nuevo en el grado yonki de las drogas; y el matrimonio Alcántara, víctima de una emboscada peligrosa en la que se puede perder la vida con los disparos constantes de una escopeta.
Están jugando con fuego. Nunca mejor dicho. Me levanté del sofá en mitad de semejante argumento. Si valgo de indicio como alguien que ha seguido la serie desde su primer capítulo (hace ya quince años), me siento defraudado y abandono definitivamente verla si esta va a ser la tónica de los guiones. Me han dado el cambiazo. Y sin ánimo de egocentrismo, me parece que se estrellan contra el perfil medio de los espectadores de “Cuéntame cómo pasó”, que no somos los de “Corrupción en Miami”.
Pepe Fuertes
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