Los faros no son negocio
Por Francisco García Martínez.
En Baleares, Valencia, Andalucía, Galicia… Puertos del Estado tiene un objetivo: hacer negocio con los faros españoles. A ellos les es indiferente dónde esté el faro, su historia o su valor arquitectónico, lo único que miran es si se puede hacer negocio con él.
Hablar de faros es hablar de números: año de construcción, altura de la torre, alcance de su luz, ritmo de sus destellos… sin embargo Puertos del Estado es incapaz de ver estas cifras, como es incapaz de ver la historia y la cultura que encierran porque, para Puertos del Estado, hoy, los faros son solamente un posible buen negocio. Los metros de la altura de su torre no importan: no son euros. El ritmo de su luz no tiene valor: no se escribe en euros. Los años de servicio no cuentan: no son euros a recaudar.
Las malas acciones no son responsabilidad solamente de aquellos que las comenten, lo son también de quienes conociéndolas no hacen nada para evitarlas. ¿Creéis que es suficiente abrir una página en internet para pedir que no se privatice tal faro de Baleares y pedir que se firme en ella? ¿Es suficiente que una asociación de vecinos de Caños de Meca luche en solitario para que no se convierta en negocio el Faro de Trafalgar? Ante esto solamente hay una posibilidad de vencer: unirnos. Si los vecinos de Játiva van por su cuenta y solamente luchan por su faro, si los de Trafalgar hacen lo mismo, y los de Ribadeo… todos por separado, ¿qué esperamos lograr? Si no nos unimos, si no lo hacemos juntos no tenemos nada que hacer en esta batalla y, al final, parte de la culpa será nuestra, de los que solamente pensamos en el faro de nuestro pueblo, de los que decidimos ser 30 en lugar de 3000.
¿Y cómo trabajamos juntos gente de Galicia, de Asturias, de Cantabria, de Cataluña, de Baleares, de Valencia, de Murcia, de Canarias y Andalucía? Creando en cada comunidad una Asociación y uniendo después todas ellas en una federación, en una plataforma para la defensa de los faros españoles. No se puede esperar a que otros abran los caminos para después pasear por ellos: tenemos que abrirlos nosotros. Tenemos que trabajar juntos; si no dentro de un tiempo veremos muchos faros españoles convertidos en restaurantes y hoteles de lujo. Echaremos la culpa a Puertos del Estado porque hizo negocio de la historia, de la cultura, pero todos seremos responsables de ello, porque no hicimos nada para evitarlo.
Punto de encuentro: farosdeandalucia@hotmail.es
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