Cómo te voy a echar de menos
Cómo te voy a echar de menos en una televisión de gritones. Cómo te voy a echar de menos en una televisión que no trae a nadie de cerca y está llena de lejanos ruidos de folladores que me importan un carajo.
Cómo te voy a echar de menos llenando la pantalla con artistas, pensadores, intelectuales, escritores, genios o pintores, mientras vociferan los polvos de gente que no la ha doblado en su puta vida, gente que no ha demostrado un mínimo nervio cerebral.
Cómo te voy a echar de menos pausado, íntimo, filósofo, reflexivo, paseante del plató desgranando el recitado lento y hondo de tu sabiduría, en vez de aguantar esta tele de cacharerría en la que siempre parece que se está rompiendo entera una vajilla.
Cómo te voy a echar de menos mirando a la cámara como la miran los que nos clavan sus ojos para siempre, los que nos habláis con tanta aproximación como respeto, en vez de esta tele de mierda que humilla a los seres humanos, en la que un chef se cree que puede volcarle el plato a un concursante porque no le gusta lo que ha cocinado, o en la que quien falla una pregunta cae por un socavón que se abre bajo sus pies. ¡Qué asco de gentuza de productores, regidores, realizadores, presentadores y hasta anunciantes lamiendo un share ridículo!
Cómo te voy a echar de menos eternamente desde New York y en la madrugada española de aquel verano, cuando nos contaste que el hombre había llegado a la luna. Será difícil, muy difícil, por no decir imposible, querido Jesús Hermida del tupé, los ojos directos, las palabras serenas, sin gritar como en la tómbola de una feria, será difícil que alguien pueda hacer la televisión a tanta altura como la hiciste tú. Tú ibas tan de la mano de lo que es la gran televisión, que cualquiera sabe si no te la has llevado contigo al paraíso ese donde váis los genios. Gracias.
Pepe Fuertes
Artículos relacionados
Alquileres en Chipiona
Leave a reply