MIGUEL GALLARDO: “SOY CHIPIONERO POR ADOPCIÓN Y POR ELECCIÓN”
Se dice pronto: 55 veranos en Chipiona. Solo ha fallado uno, y porque el médico le recomendó la sierra. Miguel Gallardo trasciende la categoría de visitante para ser, por derecho, un sevillano medio chipionero. Periodista, abogado y empresario, es uno de los altavoces difusores de cuanto acontece en Chipiona, con especial atención a todo aquello que sea positivo y beneficioso para el pueblo y sus habitantes. Para ello tiene como herramientas a sus propias webs de noticias, SevillaPress.com y FarodeChipiona.com, que cuentan con la colaboración del periodista local y colaborador de Quince, Juan Mellado.
Pero sobre todo, Gallardo utiliza un medio infalible, riguroso y contrastado donde los haya: su propia voz, que durante años ha transmitido a todos los que se ha cruzado la alegría de tener algo que ver con esta tierra. Miguel ha sido Premio a la Promoción Turística de Chipiona, concedido por el Ayuntamiento después de entregarlo a Rocío Jurado y José Mercé; Premio Popular de Chipiona, concedido por la Radio Televisión Municipal y premio Foro Cívico por su cariño y dedicación hacia Chipiona. Dos reconocimientos ex aequo con su compañera, Marina Bernal, otra chipionera por voluntad propia, que firma las fotografías que acompañan esta entrevista.
Abogado, director de Sevilla Press y hasta hace poco, jefe de prensa de la Federación Española de Baloncesto. ¿Por qué ya no está al frente?
Fuimos Campeones del Mundo, de Europa y Medalla de Plata en las Olimpiadas. Después de vivir todo eso en primera persona y disfrutar de los años más gloriosos de la Selección, pensé que mi ciclo había terminado. Fueron cinco años de estar en Madrid, y eso supuso un gran esfuerzo para mí porque además seguía atento a mi trabajo en Sevilla.
¿Hacia dónde va el mundo de los medios de comunicación? Está claro que hay un cambio de modelo hacia las tecnologías, ¿pero cuál es el camino o la solución para el acusado desempleo?
Nadie sabe qué va a pasar. Todo el mundo está aguantando, pero nadie conoce, o al menos que yo sepa, la fórmula para salir de esta situación de doble crisis: por un lado, la económica, que baja las ventas y la publicidad. Y por otro, la tecnológica, la reconversión de los modelos y de los soportes, en la que Internet y la televisión juegan papeles fundamentales. Y como ha sucedido siempre en la historia, lo tecnológico conlleva la pérdida de puestos de trabajo. Porque las tareas que antes tenían que hacer treinta personas, ahora basta con cinco.
Y en esta coyuntura, ¿qué papel van a jugar los medios pequeños como las radios, periódicos y televisiones locales?
Con ese cambio de modelo, deberían salir ganando los medios más cercanos. Pero la crisis económica hace difícil que sean rentables, aunque sí tienen un gran número de seguidores, como es el caso de Quince y la Radiotelevisión Municipal.
¿Y los periodistas? ¿Tenemos futuro?
Claro que sí, pero habrá menos trabajo. Igual que ocurre con los arquitectos, los peritos, los albañiles, los abogados… No es que vaya a desaparecer una profesión, sino que habrá menos, o menos con trabajo. Pero las personas necesitan estar informadas, y para eso no se fían de las redes sociales ni de lo que leen en un blog. Es necesario un sello, un nombre, una marca, que garantice la credibilidad. Y ahí es donde entran los medios de comunicación y los periodistas que les dan vida.
Miguel Gallardo y Marina Bernal fueron premio populares de Radio Chipiona junto con José Mercé.
Miguel Gallardo y Marina Bernal fueron premio populares de Radio Chipiona junto con José Mercé.
¿Y existen recetas para salir de la crisis en términos generales? Si es que las hay, no las están aplicando…
Claro que hay recetas: empleando los fondos públicos igual que en una economía doméstica. Sin gastar más de lo que se ingresa y repartiendo lo que hay entre todos. De manera que, aunque todos comamos un poco menos, nadie pase hambre. Todo el mundo tiene que soportar el esfuerzo.
¿Cuándo fue la primera vez que vino a Chipiona?
Tenía meses, y desde entonces, todos los veranos de mi vida he estado aquí, salvo uno en que, por prescripción médica, nos mandaron a la sierra y nos fuimos a Constantina. Chipiona es mi segunda casa, y muchas veces la primera, cuando vivo aquí durante gran parte del año. A veces he llegado a pasar seis meses y he estado empadronado durante quince años, porque las elecciones me cogían siempre aquí. Yo siempre digo que soy chipionero por adopción y por voluntad propia.
Hemos hablado de la crisis de los medios, y la turística. ¿Afecta a Chipiona más que a otros municipios? Es evidente la falta de infraestructuras turísticas con respecto a otras ciudades costeras.
La crisis está castigando al turismo en Chipiona, pero yo creo que lo está resolviendo bien o al menos, mejor que otras poblaciones turísticas de la costa, aunque durante menos tiempo. Antes eran tres meses de veraneo, y ahora uno y medio. Este pueblo tiene algo que retiene al que viene por primera vez. Su clima, sus playas y sus gentes conforman un lugar al que se sigue pudiendo venir a disfrutar, aunque sea por menos tiempo y con una economía más reducida.
¿Se podría haber mejorado la promoción?
La campaña turística de Chipiona siempre ha sido el boca a boca, la espontaneidad. Nunca hubo grandes cadenas de hoteles ni promociones. Se podrían haber hecho, pero no las ha habido. Al mismo tiempo, este pueblo ha sabido mantener su idiosincrasia, y quizá ese pueda ser su mayor valor a la hora de mantener el turismo, que no está basado en promociones, como otras costas, que cuando no tienen dinero para promocionar, se quedan vacías. Ojo, que siempre viene bien promocionar. Pero creo que lo que podría haber sumido al pueblo en un cierto retraso con respecto a las poblaciones del entorno, le va ahora a ayudar a mantenerse a flote.
Una pieza clave para Chipiona es Rocío Jurado. ¿Cree que el Ayuntamiento está gestionando bien ese patrimonio?
El museo tiene que estar ya. Por su memoria, por Chipiona y por el turismo. Llevamos seis años de retraso. El alcalde, Antonio Peña, ha dicho que en dos meses estará abierto. Y yo confío en que nadie ponga pegas para que sea así. Rocío fue y es la mejor embajadora de Chipiona en todo el mundo, y lo seguirá siendo. Es la promoción turística que Chipiona tiene y siempre tendrá.
Además de ejercer el periodismo con su agencia, también creo una línea de camisetas con el nombre de ‘Chipiona’ que se vendían como rosquillas en ‘Camisetas Todas’..
Fue un negocio que mantuvimos durante 28 años, con cinco tiendas por las que pasaron más de cien dependientes. Las tuve que cerrar por los cinco años que estuve viviendo en Madrid. Pero hoy podemos alegrarnos de que camisetas de Chipiona hay en todo el mundo. Llegamos a imprimir hasta 250.000 camisetas con el nombre de Chipiona. Rocío Jurado siempre recibía las novedades, las lucía ella misma -muestra un recorte de revista enmarcado con la cantante portando un bolso turquesa con el nombre de Chipiona- y fue una gran compradora para después regalárselas a sus amigos por todos los países por donde pasaba.
Y como periodistas, nunca les ha faltado el trabajo…
Hemos cubierto toda la costa para revistas y periódicos como Tiempo, Tribuna, Claro, La Razón, El Correo, Diario 16, ABC, Diez Minutos, Lecturas, etc. Durante varios años realizamos un programa para Radio Sevilla, de la Cadena Ser, y mi compañera, Marina Bernal, ha trabajado para varios medios de comunicación, tanto prensa como televisión.
¿Y qué objetivos tienen ahora en lo que a la prensa social se refiere?
Pues todo aquel que sea actualidad. Eso va cambiando todos los años, no siempre son los mismos, aunque la familia de Rocío Jurado -Rocío Carrasco, Rosa Benito, Ortega Cano, Chayo Mohedano…- siempre son de interés. Aparte de todos los personajes que durante años han pasado por Chipiona como Los del Río, Raquel Revuelta, María José Santiago, Tate Montoya, Gracia Montes, Juanita Reina y Lola Flores que también era mucho de Sanlúcar y Chipiona.
¿Cuáles son sus primeros recuerdos de Chipiona cuando era niño?
La Cruz del Mar. El patio de la pensión La Española y la imagen de estar bajando las escaleras de la playa. Y desde hace treinta años, ya no solo venía de forma turística, sino empresarial.
¿Y cómo eran sus veraneos?
Muy familiares. En eso no ha cambiado mucho. Ya existían las calesitas de Fernando, en la plaza de los ponys. La Ibense, los Valencianos… después vino la heladería Sace. También estaban los cuatro cines. Y el mercado de abastos… el puerto deportivo era un muelle con mucho encanto.
Después de tantos años ha hecho muchos y muy buenos amigos en Chipiona. ¿Sabría decir algunos rasgos que definan a los chipioneros?
El chipionero es abierto, es universal. Tiene ansía de sabiduría, ganas de aprender. Y ahora, mucho más viajero que antes, que salían muy poco. Es luchador, trabajador, polifacético y creativo. No es raro que trabajen al mismo tiempo en las flores, en la hostelería y en la construcción. Saben buscarse la vida y coger el agua cuando llueve, que es lo que hay que hacer.
Tiene muy cerquita la casa de San Carlos, cuyos niños van en la carroza de Reyes inspirada en el Faro que hace tres años hicieron realidad junto a la fundación Seguros Reales… Hay que recordar que también fue usted Rey Mago y acompañó a Isabel Fayos en su pregón de Carnaval. No ha faltado la magia en su convivencia con los chipioneros…
Yo siempre digo que Chipiona es un mar de esperanza. Para los niños de San Carlos y del centro de menores, que vienen tutelados por la Junta para encontrar una nueva y mejor vida. Un mar de esperanza para el montón de personas mayores que vienen buscando fortalecer su salud, por las buenas condiciones meteorológicas, el yodo y el aire que viene del mar… Y en el caso de San Carlos, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que son las que tenemos más cerca, hacen una gran labor dándoles un hogar a los niños que no pueden estar con sus familias. También mantenemos una colaboración desde hace quince años con la asociación AXA De todo corazón, para que más de 50 niños de barriadas pobres de Badajoz puedan venir a pasar unos días en la playa.
Pero no es Miguel Gallardo muy de bajar a la playa…
Yo no suelo bajar a clavar la sombrilla y bañarme, a no ser que venga alguna visita. Lo que sí me gusta, y practico a diario, es caminar por la playa una hora, todas las mañana
Fotografía: Marina Bernal .
PUBLICADO EN QUINCE MAGAZINE
Leave a reply