Ante la aprobación, el pasado 23 de julio, en Consejo de Ministros, del proyecto de Ley de Registros Civiles, la Asociación de Memoria Histórica y Justicia de Andalucía (AMHyJA) manifiesta su más enérgico rechazo al mismo, ya que en él no se ha incluido ninguna medida que facilite la inscripción en dichos Registros de los hombres y mujeres fusilados por el franquismo, que figuran hoy como “desaparecidos”.

Podrá seguir produciéndose, pues, la situación de que, ante una solicitud de inscripción por sus allegados de alguno de estos fusilados, el juez correspondiente reclame, para proceder a ello, la presencia de dos testigos presenciales de la muerte, es decir, del fusilamiento. Es una condición, a todas luces, hoy, casi imposible de cumplir. Es también un requisito, heredado de una normativa franquista (ley del Registro Civil de junio de 1957), elogiada en la Exposición de Motivos del nuevo proyecto de Ley, sustentador de una actitud obstruccionista que facilita que no se llegue a tener conocimiento claro de las muertes provocadas por la represión franquista y que debería de provocar bochorno a quienes permiten que siga existiendo.

AMHyJA, junto con otras entidades de Memoria Histórica, hizo público un manifiesto en el que recoge las mínimas medidas necesarias para arreglar esta situación (http://www.todoslosnombres.org/), medidas que, además, fueron trasladadas de viva voz a representantes del Ministerio de Justicia en un encuentro mantenido en diciembre del año pasado. Éstas son:
1º Facultar a los ayuntamientos, a través de sus funcionarios o cargos políticos, para que puedan inscribir en el Registro Civil a los vecinos censados en su población muertos por el franquismo y que no cuentan, a estas alturas, con familiares que puedan realizar esta gestión.
2º Facilitar a las familias la inscripción en el Registro de la muerte de sus allegados, en base a documentación oficial como Comunicaciones militares, de la Guardia Civil, Falange, Delegados Gubernativos, fichas carcelarias, etc., contando para ello con asesoramiento jurídico gratuito.
3º. Agilizar la inscripción “de oficio” de los fallecimientos por parte de los Juzgados pertinentes cuando exista documentación oficial de la época que así lo manifieste.

Ninguna de estas peticiones ha sido contemplada en el proyecto de Ley aprobado. Seguiremos pues, sin poder inscribir a una serie de represaliados del franquismo por no tener familiares que procedan a ello, o por no contar con el dinero que pueden costar las gestiones, o simplemente por no poder proceder “de oficio” ante situaciones ampliamente documentadas históricamente, pero para las que no se disponen de esos dos testigos presenciales del fusilamiento.

Seguiremos, pues, facilitando el oscurantismo que tanto beneficia a las dictaduras y seguiremos dejando escapar un tiempo precioso, ya muy escaso, para dejar recogidos en los Registros unos hechos que, de no ser inscritos, se perderán irremisiblemente. ¿De verdad alguien cree que la ignorancia es el mejor remedio para que hechos así no se repitan?

Si la Ley es aprobada tal como se recoge en el proyecto y continúa siendo tan difícil inscribir en los Registros a los represaliados del franquismo, habremos perdido una gran oportunidad de recopilar una información imprescindible sobre nuestra historia reciente y de facilitar un mínimo consuelo a los familiares de las víctimas. Será también una muestra de la insensibilidad e incapacidad del gobierno socialista y de la clase política para tratar el tema. Es increíble, que las víctimas del franquismo sigan sin interesar a nadie y que los partidos que más perdieron en la guerra y el franquismo sigan mirando para otro lado. ¡¡¡NO LO ENTENDEMOS!!!

Rafael López Fernández
Pte de AMHyJA