La secretaria general del PP de Cádiz y parlamentaria andaluza acusa a los socialistas de engañar a los gaditanos por intentar ocultar el mayor recorte de políticas sociales y de inversiones de la historia de Andalucía

La secretaria general del Partido Popular de Cádiz y parlamentaria andaluza, Teresa Ruiz-Sillero, y el candidato del PP a la Alcaldía de Chipiona, Antonio Peña, han ofrecido esta mañana una rueda de prensa para denunciar los engaños del PSOE y de la Junta de Andalucía para con el municipio.

La dirigente popular ha incidido en los recortes previstos por el Gobierno andaluz, en lo que ha denominado la Agenda oculta de Griñán, que afectarán especialmente a la asistencia sanitaria en Chipiona.

Ruiz-Sillero ha explicado que los socialistas han planteado los mayores recortes sociales y de inversiones de la historia de Andalucía, que afectará a Sanidad, Educación, Infraestructuras, Justicia y Dependencia, y les ha acusado de intentar engañar a los gaditanos. Según indicó, las políticas sociales ser verán reducidas en 1.743 millones de euros, mientras que las inversiones descenderán en más de 2.000 millones.

A su juicio, estos recortes tendrán especial incidencia en la calidad sanitaria de Chipiona, donde existe una importante carencia de profesionales sanitarios. En este sentido, explica que el nuevo centro de salud no ha sido dotado del personal necesario para ofrecer una correcta asistencia. Lo que se ha hecho –agrega- es dividir a la plantilla existente entre los dos centros de salud, por lo que ninguno de los dos está a pleno rendimiento al tener una dotación deficitaria.

Para Ruiz-Sillero y Peña, está situación se verá agravada con los recortes en sanidad, ya que la Junta de Andalucía no dotará a los centros de salud de la plantilla necesaria para ofrecer una asistencia sanitaria de calidad.

Por otro lado y a nivel local, el candidato del PP a la Alcaldía de Chipiona, Antonio Peña, ha criticado el brutal incremento de impuestos por parte del Ayuntamiento tras haber aprobado un catastrazo. Ello ha provocado que el recibo del IBI se encarezca en casi un 600 por cien, lo que ha provocado que los chipioneros sufran un salvaje aumento de la presión fiscal y que haya familias que no podrán hacer frente a los recibos.