ALGUNOS DATOS HISTÓRICOS DE LA LOCALIDAD DE CHIPIONA INVESTIGADOS POR MANUEL JURADO
ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL
Manuel Jurado Domínguez
Investigador de Historia 500/97 Córdoba a 21 de abril de 1997
FONDO ROMERO DE TORRES
Libro de consulta: Catalogo Monumental de España.- Provincia de Cádiz (1908-1909).
Autor: Enrique Romero de Torres.
Edita: Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes.
Año de Edición: 1934.
Paginas.- 194-195
CHIPIONA
Esta villa hallase situada en la costa del Atlántico, entra el Puerto de Santa María y el S.O. de Sanlúcar de Barrameda. La población primitiva estuvo emplazada en el sitio próximo a la roca de Salmedina, cuyo arrecife sobresale a bajamar delante de la villa.
Turris Coepione, como la llamara Estrabón y Pomponio Mela, nombre del que provino Torre de Capión, pertenecía a la región de los Túrdulos y se alzaba sobre elevado peñasco que servia de faro a los navegantes. Sus ruinas se encuentran, sumergidas en el mar.
A un cuarto de legua de Chipiona, junto al monasterio de Nuestra Señora de Regla, en el mes de noviembre de 1694, habiendo batido el mar con terrible furia la playa cercana al promontorio de Regla, dejó al descubierto varios sepulcros de mármol, urnas cinerarias y monedas; de estos sepulcros se hicieron losas para solar la iglesia del Santuario, según consta en el viejo manuscrito que copia D. Pedro de Madrazo.
También cerca del monasterio se descubrieron, a consecuencia de otro furioso temporal, el 10 de marzo de 1895, junto a las ciclópeas ruinas de un vestuto castillo, muchos sepulcros que eran de dos clases diferentes.
Los primeros se componían de lastras de piedras, variando el numero de piezas en cada sepulcro, pero en general estaban formadas por cinco, que constituían entre todos un verdadero cañón cerrado, en cuyo fondo aparecía constantemente una tierra blanca, sobre la cual descansaba el cadáver. Las tumbas median de largo dos metros, ancho en el pie 2,27, en la cabeza 0,46 y 0,40 de altura.
Los de la segunda clase estaban formados de mampostería, con piedras de pequeñas dimensiones y durisima argamasa, y su fondo perfectamente pulimentado. Todos los sepulcros aparecían muy bien alineados y la posición de los cadáveres era mirando a Oriente.
Se encontró un esqueleto, un cráneo, un puñal y una llave. Estos dos últimos objetos fueron llevados al Museo Arqueológico de Cádiz, pero el puñal no se hallaba allí cuando visitamos este establecimiento en 1908.
En las bajas mares se descubre en la playa muchos pozos cuyas bocas están labradas con hormigón y rosca de ladrillos, y otros muchos vestigios de antigua población que esta dentro del agua. El Sr. D. Bartolomé Junquera, vecino de esta localidad y muy aficionado a los estudios arqueológicos, ha hecho algunas excavaciones en diferentes épocas, habiendo hallado un gran numero de monedas, estatuillas, lurcernas, trozos de ornamentación y diversos restos romanos, como el curioso anillo de plata, con figuras obscenas preciosamente cinceladas, que posee en la actualidad el Dr. D. Rodolfo del Castillo; un diminutivo falo de oro de un centímetro de largo, con su anillita para colgarlo, otros de igual metal y casi del mismo tamaño y uno muy curioso de bronce que guarda en gran estima.
Paginas: 497-498-499-500-501-502
PARTIDOS JUDICIALES.-CÁDIZ
SÁNLUCAR DE BARRAMEDA: Comprende Chipiona, Sánlucar de Barrameda y Trebujena.
CHIPIONA
Villa situada en la costa y al S.O. de Sánlucar de Barrameda, a cuyo partido judicial pertenece.
EL CASTILLO
Fue fundado por D. Alonso Pérez de Guzmán; el cronista Fr. Pedro de Molina, en su crónica de la casa de Medina-Sidonia, dice, refiriéndose a esta fortaleza:» Este castillo se edifico en la parte que los moros llamaron Chepiona, que, según Horozco, estaba en las inmediaciones del castillo de Évora, en cuya comarca estuvieron los templos de Venus y Juno».
La población moderna se formo alrededor del castillo, sobre cuya planta se ha construido un confortable hotel, donde se hospedan las familias que durante el estío van a veranear a esta playa.
IGLESIA PARROQUIAL
Bajo la advocación de Nuestra Señora de la O. Su primitiva construcción, de tres naves, data de primeros del siglo XVI, y posteriormente ha sido reformada con pésimo gusto, convirtiendo los machones de estructura ojival en seis enormes columnas estriadas, con capiteles dóricos. Una de sus puertas laterales esta destruida y solo conserva el arco gótico florido, y la principal, de estilo renacimiento, tiene, dentro de graciosa hornacina, una bonita Virgen con el Niño. Esta imagen es de barro cocido y sus angulosas vestimentas demuestran todavía las tradiciones medievales, que la remontan a época anteriores a la portada.
Adamas de la titular, escultura estimable que se venera en el retablo mayor, barroco, existe una bella imagen de talla policromada, del siglo XVII, de Nuestra Señora del Rosario, de unos 0,90 cm. de alto.
PINTURA
Colgados a los pies de la iglesia se ven cuatro buenos lienzos con orlas de flores y en el centro los asuntos que representan, como «Los Desposorios», la «Presentación de la Virgen»,» La Asunción», y » La Inmaculada». Miden unos 0,80 cm. Cuadrados, y por su estilo parecen de Andrés Pérez. Hay también dos cuadros apaisados con «la Adoración de los Reyes y de los Pastores», de correcta composición y agradable colorido, más otro lienzo de escuela murillesca, «La Imposición de la Casulla a San Idelfonso», y un notable «Ecce-Homo» pintado en cobre, del siglo XVII.
PLATERÍA
Hermoso copón de plata del siglo XVII y un cáliz de igual metal, donado por el Rey Carlos III.
BORDADOS
Terno completo encarnado, de tisú de oro, bordados en sedas de colores, del siglo XVII.
CAPILLA DEL CRISTO DE LA MISERICORDIA
ESCULTURA Y PINTURA
Es pequeña y de moderna construcción. Solo son digno de mencionarse el Cristo titular de la Cruz, talla de regular técnica, y un buen lienzo con «El Descubrimiento», del siglo XVII.
MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE REGLA
A un kilometro y medio de Chipiona, sobre alegre colina y a orilla del mar, se alza majestuoso este celebre monasterio, edificado sobre los restos de una antigua fortaleza de los Ponce de León. Refiere Fr. Pedro de Molina en su citada Crónica de la Casa de Medina Sidonia » que después que el Rey Don Sancho el Bravo donó a Don Alonso Pérez de Guzmán todo el termino comprendido entre las orillas de los ríos Guadalquivir y Guadalete, en el sitio llamado antes Chepiota, se fundo un monasterio de canónigos reglares, que se llamo Regla, y que después se transfirió a frailes agustinos.
Al fundarse en el año 1303 la Casa de Arcos, debido al casamiento de la segunda hija de Don Alonso, Dª Isabel de Guzmán, con Don Hernán Pérez de León, diola aquel en dote, entre otros bienes, la villas de Rota y Chipiona, pasando esta, con su castillo y pequeña iglesia de su Señora, servida por canónigos reglares, a los Ponce de León, que hicieron importantes donaciones en diferentes épocas, y obras de ampliación como el refectorio, costeado por el tercer duque Don Juan de Guzmán, y una Lampara de plata y frontal repujado del mismo metal, de más de 1200 ducados de costo, que regalaron los duques Don Alonso VII y Don Manuel VIII, respectivamente. Siguieron los sucesores emulándose con espléndidos donativos y ensanchando cada vez más con grandes reformas la iglesia y el convento, hasta la época de la exclaustración en que paso a poder del Estado, y la imagen de la Virgen a la iglesia mayor de Chipiona. Desde entonces este monasterio fue abandonado y llego su estado de ruina a tal extremo que al autorizar el Gobierno en 1882 al P. Lerchundi para establecer en este edificio un colegio de Misiones para Marruecos y Tierra Santa demolieron la iglesia, en vez de restaurarla, fabricándola de nuevo.
AZULEJERIA
El claustro del convento se restauro en el siglo XVII; tiene un zócalo de azulejos de Triana, fechados en 1640, y unos recuadros entrantes con molduras en las paredes, donde probablemente tuvieron lienzos pintados, viéndose en los ángulos de las galerías los escudos de la Casa de Arcos.
AJIMEZ
Solo se conserva de su arquitectura primitiva, en uno de los muros del claustro, en la parte aja, un interesantísimo ajimez, que rompe el zócalo de azulejos, formado por dos arcos de ojiva túmida, en piedra franca, enmachados por sencillo arrbá de realce, los cuales descansan sobre toscos capiteles de hojas talladas, con dos medias columnas redondas adosadas, y la del centro de forma rectangular y basada en una sola piedra. (Fig. 501).
ESCULTURA
En el altar mayor de la moderna iglesia venerase la celebre imagen de Nuestra Señora de Regla, interesante escultura que la tradición remonta a los tiempos de San Agustín, quien la encargo hacer a un artífice de Tojarte, para colocarla en su oratorio de Hipona, y fue trasladada a España por los ermitaños agustinos en el siglo V, desde cuya época quedo instalada en el monasterio.
Pero dejamos aparte esta leyenda, recogida como cierta por varios escritores, y describimos la imagen que tuvimos ocasión de examinar detenidamente, gracias a la amabilidad del reverendo Padre superior del monasterio, despojándola de las vestiduras que la cubren, así como del niño Dios y brazos que tiene sobre puestos. Aparece revestida de una funda de laminas de platas, unidas por bisagras, clavadas por la parte superior de la estructura, en forma como de un cono truncado, sostenido por cuatro pies de madera para dar mayor elevación a la venerada efigie, la cual debe estar sentada, a juzgar por su tamaño y envoltura, y a partir del cuello no deja al descubierto nada más que la cabeza, Esta se halla cubierta por un casquete ornamentado con labores estofadas de época posterior, sobre fondo negro, muy semejante al gorro del infante D. Felipe, hijo de Fernando III, El Santo, que se conserva en el Museo Arqueológico Nacional.
Las diversas restauraciones que ha sufrido hacen que el mencionado casquete no tenga la debida separación del peinado, que, a partir de la frente, ciñe el óvalo del rostro, baja a los hombros y se prolonga por la espalda. La Santa faz está revestida de varias capas de estuco, y pintada de tierra tostada. Los ojos y la boca, de leve modelado, aparecen también pintadas en unión de las cejas arqueadas, dándole carácter hierático.
El distinguido arqueólogo D. José Gestoso, en su folleto «Recuerdos del Monasterio de Nuestra Señora de Regla (Sevilla 1.894)», «Carta dirigida al Excmo. Sr. Duque de T`Serclaes de Telly», opina que esta obra es de arte egipcio.
Pero no lo suponemos de origen tan remoto; creemos que se trata de una imagen del siglo XIII, muy restaurada y repintada su cabeza, de carácter arcaico, como todas las esculturas de aquella época, que conservan todavía las tradiciones orientales. Igual que la Virgen de los Remedios, Patrona del Puerto de Santa María, la cual también esta mutilada y revestida de otra funda de plata, que impide ver la talla del cuerpo. Muy parecida a Nuestra Señora de Atocha, que Ostenta igual birrete, y se halla también sentada, con las rodillas cortadas verticalmente, para poder adaptarle las laminas de plata que parece tuvo en otro tiempo, y otras varias efigies del mismo tipo, conservadas en nuestras iglesias y catedrales (Fig. 502 y 503).
ORATORIO
En la parte alta del convento hay una modesta celda que sirve de oratorio, y un cuadro con inscripción conmemorativa de los días en que allí se hospedo, a mediados del siglo XVI, Santo Tomas de Villanueva, religioso de la sagrada Orden de San Agustín, cuando era Visitador de esta provincia.
PINTURA
Sobre el altar existe un tríptico barroca, con seis medallones que ostentan otro numero igual de pinturas, en mal estado de conservación, los dos del centro son los mejores; representan «La Santísima Trinidad» y la «Virgen con el niño Jesús en los brazos», de escuela murillesca, y los restantes a «San Antonio de Padua», San José”, “Santa Rosa» y San Francisco Javier».
BIBLIOTECA
En la biblioteca de este monasterio se conservan obras de gran valor, entre las que sobresalen algunos incunables y dos Biblias del siglo XVIII, admirablemente conservadas.
HERRERÍA
El Sr. Gestoso menciona una llave de hierro, toscamente forjada, de estilo musulmán, de 0,60 m. De larga, de la que también habla otra tradición relacionada con la imagen titular; pero cuando visitamos este convento en 1908 no llegamos a verla.
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