El joven autor chipionero afincado en Alicante José Antonio Castro Cebrián prepara la presentación de su primera novela para el próximo 18 de abril en las instalaciones del hotel Al Sur. “La última confesión” es una novela negra editada por ViaMagna bajo el sello Magnum. Editada en rústica, a lo largo de 368 páginas nos transporta a un mundo oscuro donde el misterio y los asesinatos son moneda común en la que sobresalen las figuras de un sacerdote pecador y la de una periodista que curiosamente es elegida como confesora.

Nacido en Chipiona en 1974, José Antonio Castro vive en Alicante con su esposa e hija y su perro Chipi. En su debut literario sorprende con una novela magistralmente narrada y rica en imágenes, y no parca en detalles, con el pulso narrativo característico de los que están llamados a hacerse con un nombre en el mundo de las letras. Actualmente trabaja en su segunda novela.

Desde muy joven su existencia estuvo marcada por el arte y la frondosa magia de la literatura. Escribió para revistas de índole local bajo diferentes seudónimos, compuso oraciones al Cristo Cautivo para una Hermandad de la Semana Santa alicantina de Cox., realizó guiones para la radio que él mismo interpretó durante más de dos años, y trabajó de encargo para compañeros de mili que trocaban paquetes de Pall Mall o Chesterfield por poesía para las novias.

“Nostalgia” (1986 ]1992), “Algazara” (1995), “Canto a mi esencia “(1996), “Juan Triste (Metafísica del silencio) “(1998) y “Volanderas” (1999) son todos títulos de poemarios recogidos en la antología sevillana que la editorial Jamais editó en el año 2000. Fueron años de frenética inspiración poética, donde persiste, en un principio, la poesía reflexiva, experimentalista e irónica, en muchos aspectos, evolucionando a una más metafísica y hermética después. En 2008 reanuda la actividad literaria escribiendo la que será su primera novela publicada, “La Última confesión”.

Sinopsis de la obra : En una comisaría del centro de Madrid un sacerdote se automutila ante los ojos atónitos de los presentes. Una periodista es elegida por él para ser el confesor que necesita y poder expiar todos los pecados que le angustian. Ese es el punto de partida a una serie de asesinatos que desconciertan al inspector Martínez y a su ayudante, la subinspectora Marga.
Pero, ¿quién está realmente detrás de los horrendos crímenes? ¿Son las confesiones del padre Eduardo la llave para abrir una nueva caja de Pandora? Las confesiones portan en su pasado una terrorífica sentencia. Su propia locura. Aunque, ¿puede un solo hombre ser el causante de tanta locura? Las apariencias engañan y nadie está libre de sospecha.
“La sensación de sentirse atrapado en la piel de los protagonistas nunca ha sido tan aterradoramente seductora…”